Es inevitable que cada año se cuelen en el D’A películas que tienen como eje central el coming-of-age, en todas sus variedades. Por un lado, es una debilidad personal del director del festival (no desvelamos aquí ningún secreto inconfesable). Por otro lado, muchos directores que debutan en la dirección lo hacen con una mirada retrospectiva que contempla desde la distancia, con toda la crudeza o toda la ternura, ese momento inevitable de hacerse grande.
Chicas que cogen las riendas de la situación y exploran su sexualidad por caminos poco convencionales, como en Bang Gang, dirigida por Eva Husson y que ha despertado la ira de la asociación ultracatòlica que quiere prohibir en Francia películas como Anticristo, o Las Plantas del chileno Roberto Doveris. También encontramos a adolescentes desorientadas en Mate-me por favor de Anita Rocha da Silveira, un film a medio camino entre títulos como Donnie Darko y las variantes más irónicas del terror juvenil. De otro tipo son los problemas de la protagonista de Mi perfecta hermana, que se debate entre la fidelidad a su hermana y revelar el secreto de su autodestrucción. Finalmente, el título con el nombre con más punch del festival, Te prometo anarquía, que cumple con creces su promesa: dos jóvenes skaters traficantes de sangre despiertan de golpe a la vida adulta cuando cometen un error. La película se fue del Festival de Donosti con una mención especial.